Analizando el espectro empresarial en España observamos cómo
el sector educativo suele ir bastante por detrás respecto a otros sectores
productivos. Cualquier Centro Educativo,
con independencia de su tipología (colegios de primaria y/o secundaria,
universidades o academias), cuenta con una serie de profesionales y/o servicios
que le ayudan en su gestión administrativa, por lo general de “obligado”
cumplimiento. A saber: presentación de IVA, contabilidad trimestral, etc. Se
trata de una actividad que saben que tienen que hacer –sí o sí- y que no
repercute para nada en la satisfacción del cliente. Entonces, ¿qué implantar en
un centro educativo que sí se perciba como un auténtico revulsivo y que sirva
para atraer más clientes? Un ERP.